Breviario del celebérrimo doctor en matemáticas Theodore Kaczynski, alias 'Unabomber', el cual trascendió a los medios por allá la década de los 90 por ser considerado un terrorista, enviando cartas bomba a objetivos concretos, usualmente del mundo cientifico y académico.
Unabomber era reconocido, en la misma Universidad de Berkeley, dónde ejercía como profesor, como una de las mentes más inteligenets que habían pisado dicha institución. Después abandonar súbitamente la universidad, se fué a vivir al bosque de forma autosuficiente. Del resto, todos más o menos tenemos constancia.
En 'La sociedad industrial y su futuro', Unabomber plantea que la revolución industrial, lejos de ser la panacea a los males del mundo, es más bien el padre de todos ellos: Arguye que la dependencia tecnológica nos está deshumanizado a pasos agigantados, aletargando las facultades humanas, y minando lo que él llama, en una, me parece, más que evidente alusión a Nitzsche, 'Proceso de poder'. El proceso de poder es el activador, por medio de la voluntad, de los potenciales humanos, que, deseando individualmente su cuota de poder, hacen crecer, con su lucha diálectica, el devenir de la evolucion.
Unabomber incluye, entre líneas a su crítica al modelo de sociedad industrial, una suerte de lectura psicoanalítica del movimiento de izquierdas politico. Según él, bajo la apariencia de luchar por nobles ideales, los izquierdistas son, en su mayoría, débiles mentales, cuya incapacidad para actualizar su 'proceso de poder' los lleva a afiliarse a movimientos humanitarios, sublimando así su ausencia de fuerza interior, enmascarada ahora bajo nobles y solidarios ideales. Otra clara alusión, tanto a Nietzsche, cómo, en este caso, también de Freud, con quienes no sólo presume de compartir parte de su ideario, sinó también su estilo, crítico, contundente y revelador.
La argumentación que utiliza es, como los citados, muy convincente, si bien el propio autor reconoce caer en generalidades algo gratuitas.
El corte nietzscheano de su escrito se evidencia en fragmentos como los que siguen:
"Pero los aristócratas ociosos y seguros, que no tenían necesidad de esforzarse,
normalmente se convertían en aburridos, hedonistas y desmoralizados, incluso aunque tuvieran poder. Esto muestra que el poder no es suficiente. Uno debe tener finalidades hacia las que ejercitarlo."
Así, con objeto de eludir problemas psicológicos serios, el ser humano necesita finalidades cuyo logro
requiera esfuerzo, y debe tener un éxito razonable consiguiéndolas.
En la sociedad industrial moderna sólo es necesario un mínimo esfuerzo para satisfacer las necesidades
físicas propias. Es suficiente el atravesar un programa de entrenamiento para adquirir alguna pequeña
escala técnica, después llegar al trabajo puntal y ejercer un esfuerzo muy modesto para mantenerlo. Los
únicos requisitos son una cantidad moderada de inteligencia y, la mayor parte de todo, simple
OBEDIENCIA.
Consideramos la falta de oportunidad de experimentar propiamente el proceso de poder como la más
importante de las condiciones anormales a la que la sociedad moderna somete a la gente. Afirmamos que la causa más importante de los problemas sociales y psicológicos en la
sociedad moderna es el hecho de que la gente no tiene suficientes oportunidades de atravesar el proceso
de poder de una forma normal.
Para hacer un cambio duradero en la dirección del desarrollo de cualquier aspecto importante de una sociedad, la reforma es insuficiente y se requiere una revolución.
El problema real no es si la sociedad proporciona bien o pobremente la seguridad a las personas, la molestia es que la gente depende del sistema para su seguridad antes que tenerla en sus propias manos.
El sistema TIENE QUE forzar a la gente a comportarse de maneras que son crecientemente remotas al
modelo natural de comportamiento humano. Por ejemplo el sistema necesita científicos, matemáticos e
ingenieros. No puede funcionar sin ellos. Se presiona mucho a los niños para sobresalir en estos campos.
No es natural para un ser humano adolescente el consumir el grueso de su tiempo sentado en una mesa
absorbido por el estudio. Un adolescente normal quiere pasar su tiempo en contacto activo con el mundo
real.
l concepto de «salud mental» en nuestra sociedad está largamente definido
por el alcance del comportamiento de una persona esté de acuerdo con las necesida-des del sistema y que
lo haga sin mostrar signos de tensión.
l sistema trata de «solventar» este problema mediante el uso de propaganda para hacer a las personas QUERER las decisiones que han sido hechas para ellas.
En la práctica la palabra «abuso» tiende a ser interpretada para incluir cualquier método de criar niños que
produzca comportamientos inconvenientes para el sistema. Así, cuando van más allá de la prevención de la crueldad obvia y privada de sentido, los programas para prevenir el «abuso de niños» son dirigidos hacia el control del comportamiento humano por parte del sistema.
Nuestra sociedad tiende a considerar como una «enfermedad» cualquier forma de pensamiento o
comportamiento que es inconveniente, y esto es creíble porque cuando una persona no ajusta en el sistema
se causa sufrimiento a ella misma así como problemas al sistema. De esta manera la manipulación de un
individuo para ajustarlo se ve como una «cura» para una «enfermedad» y por tanto como buena.
El izquierdismo es una fuerza totalitaria. Dondequiera que esté en una posición de poder tiende a
invadir toda parcela privada y fuerza a todo pensamiento a un molde izquierdista. En parte es por el carácter casi religioso de este, todo lo que sea contrario a sus creencias representa el Pecado. Nuestra discusión del izquierdismo tiene una debilidad seria. Estamos aún lejos de aclarar lo que
queremos decir con la palabra «izquierdista». No parece que podamos hacer mucho sobre esto. Hoy el
izquierdismo está fragmentado en todo un espectro de movimientos activistas.
Para aligerar la presión sobre la naturaleza no es necesario crear una clase especial de sistema social, sólo es necesario deshacerse de la sociedad industrial.
Hasta el punto de que la PERSONA media actual puede ejercer el poder de la tecnología
pero sólo dentro de estrechos límites y sólo bajo la supervisión y el control del sistema. (Necesitas una
licencia para todo y con ella vienen reglas y regulaciones). La persona sólo tiene aquellos poderes
tecnológicos que el sistema elige proporcionarle. Su poder PERSONAL sobre la naturaleza es pequeño.
Y el último, de marcadíssimo carácter profético:
Si se permite a las máquinas tomar sus propias decisiones no podemos hacer ninguna conjetura hasta
los resultados, porque es imposible adivinar como se comportarán. Sólo señalamos que la suerte de la raza
humana estará a su merced.
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