Blog donde recopilo lo (subjetivamente) mejor de fragmentos, artículos y reflexiones de textos místicos, religiosos, espirituales o filosóficos que me voy encontrando por mis peripecias literarias.

Las cinco heridas que impiden ser uno mismo, Lise Borbeau

"Reprochamos a los demás lo que nos hacemos a nosotros mismos pero no queremos ver"

"Es importante recordar que los demás nunca pueden hacernos sentir culpables, ya que la culpabilidad sólo puede proceder de nuestro interior."

"El controlador satisface así su ego, que no desea ver cuántas veces a la semana se traiciona a sí mismo o traiciona a otros sin percatarse de ello, porque traicionar le resulta tan inaceptable que no desea admitir que puede hacerlo".

El ser humano desea vivir cada vez más inteligentemente. Cuando se percata de que una experiencia produce consecuencias perjudiciales, en lugar de reprocharse a sí mismo o de reprocharlo a alguien más, solo debe aprender a aceptar el haberlo elegido, aunque lo haya hecho de forma inconsciente, para caer en la cuenta de que tal experiencia no fue una decisión inteligente. De ello se acordará más adelante. De esta forma, la experiencia se vive en la aceptación. Sin embargo, recuerda que aun cuando te
digas: «No quiero vivir ya así», todo comenzará de nuevo. Debes otorgarte el derecho a cometer varias veces los mismos errores, o de vivir una y otra vez la experiencia desagradable, antes de llegar a tener la voluntad y el valor necesarios para transformarte. ¿Por qué no lo comprendemos desde un inicio? Por nuestro ego sostenido por nuestras creencias.

Otra característica del huidizo es la de buscar la perfección en todo lo que hace, ya que considera que si comete algún error será juzgado por ello. Para él, ser juzgado equivale a ser rechazado. Como no cree en la perfección de su ser, lo compensa intentando alcanzar la perfección en todo lo que hace. Por desgracia, confunde el "ser" con el "hacer".

Si reconoces que sufres de la herida del rechazo, es muy probable que el padre de igual sexo que tu
también la sufra, y no solo se haya sentido rechazado por su padre del mismo sexo,
sino que se sienta rechazado por ti.
Acusamos a otros por todo lo que hacemos nosotros, pero no queremos ver. Por eso
atraemos personas que nos muestran qué hacemos a los demás o a nosotros mismos.

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