"Ya Pitágoras nos lo advertía en el Timeo: "En cuanto existen dos elementos, inmediatamente aparece un tercero: el que los relaciona".
"No
respondamos. Quédese la pregunta en algún lugar reservado para la
meditación eterna de todo aquello que no necesita ser entendido, sino
sencillamente advertido".
"En cualquier caso, apliquemos eso de operibus credite et non verbis (Cree las obras y no las palabras)."
"Bernoulli quedó tan cautivado por esta curva que, no contento con calificarla de spira mirabilis, llegó incluso a dejar escrito en su testamento que en su lápida debería figurar una espiral logarítmica con la inscripción Eadem mutata resurgo (Resurjo cambiada, pero igual)".
“El triángulo de Price,
aparte de ser el límite de la sucesión de triángulos planteada, es el
único triángulo rectángulo del universo que cumple que sus tres lados
forman una proporción: La razón entre el cateto menor y el mayor es igual a la razón entre el cateto mayor y la hipotenusa”.
“El
teorema de Pitágoras nos viene a decir que los tres cuadrados forman
una secuencia dela universal serie de Fibonacci. En todos los triángulos
rectángulos. Y, por lo tanto, en todos los triángulos. Y, en consecuencia, en todas las formas poligonales del universo”.
“El verdadero geómetra busca la excelencia del concepto a través de la defectuosa materia”.
“Euclides
es uno de esos ilustres y abnegados intelectuales de la historia, uno
de estos enciclopedistas ratones de biblioteca, concienzudos y
enamorados de la transmisión que, guiados más por la providencia que por
la necesidad, llevaron a cabo su gran tributo al conocimiento como
conservadores de saberes masivos pero ajenos. El propio Vitrubio
o nuestro maravilloso San Isidoro de Sevilla pertenecen a esta noble
estirpe cuyo trabajado estaba pensado para la eternidad. Efectivamente,
tal vez nada de lo que escribió Euclides fuera suyo. Pero lo que es
innegable es la maestría en la organización del material y en su
exposición."
“El
paroxismo de esta obra, en su décimo tiempo, eres tú. ¡Mal juego de
maestros sería el mío si no te brindara esta oportunidad! ¡Mala
confianza despistaría en mi transmisión si no te abandonara a tu suerte,
en las entrañas mismas de un gran laberinto! Enseñar no es exponer unos
datos. Ni siquiera guardar en la memoria esos datos es ser sabio. Los
datos están ahí, en los ordenadores, en ese fantasma inhumano que se
llama Internet y que lo guarda todo, verdadero o falso, sin estar en
ningún sitio y a la vez en todos los lugares".
Omnia in número pondere et mensura
0 Comentarios