“A un ritmo que se ha ido acelerando en los últimos tiempos, hemos llegado casi sin darnos cuenta a no ser capaces de estructurar nuestra vida si no es a partir del dinero. No sabemos cuándo comenzó exactamente el dinero a ejercer su poder sobre nosotros. Ahora nos hemos acostumbrado tanto a él que ni siquiera cuestionamos su existencia, ni nos parece extraño ser sus esclavos””
“Estudiar economía era la mejor forma de no dejarse engañar por los economistas”
“El capitalismo y los que creen en él desprestigian a quien no tiene una desmedida ambición de poseer y consumir, a quien defiende que prescindir de tanto gasto nos acercaría más a la plenitud verdadera”
“Pero mi generación, la que ahora somos ya padres consolidados, no quisimos darnos cuenta que el dinero como único referente se nos estaba comiendo. Nos estaba dominando a nosotros y lo que es peor, a nuestros hijos. Sin referencias de la historia, de su pasado familiar y del de su pueblo, crecían normalizando los usos y costumbres del capital. Y son las generaciones de los que hoy son jóvenes las que cargan con la acusación de carecer de valores, como gusta tanto decir a la derecha en este país.”
“Y así fue cómo, dulcemente balanceados por el poder de influir en las masas que tiene el capitalismo, el hombre y la mujer de esos años fueron tejiendo en torno a si mismos hilos y redes de autoconvencimiento, animados por el sentir colectivo que flotaba en el ambiente y se renovaba día a día en los medios. Envueltos en esa tela de araña, convencidos de la vigencia de un mito que los situaba en el paraíso, pasaron por alto que el precio era vender su alma.”
“La admiración que producen el dinero y el enriquecimiento personal en nuestra sociedad se pone de manifiesto de forma clara y contundente cuando vemos la indiferencia moral que provoca el delito económico. La lista es larga: Desde Goldman Sachs a Movistar, pasando por la Gürtel y Millet, la falta de contundencia judicial y el temprano olvido de la sociedad ante la magnitud de esos crímenes así lo evidencian.
Delitos económicos que miran a sus víctimas con ojos de hielo, porque la distancia les quita humanidad o porque los esbirros del beneficio no pueden permitirse humanizar con lo que comercian.”
“Cómo podría la ciudadanía considerar delito lo que ni las autoridades creen que lo es? Al fin y al cabo, sólo son manifestaciones de algo tan natural como querer hacerse ricos...Bien se les puede perdonar desviarse de unas leyes creadas más como una barrera simbólica que como una frontera real entre lo legal y lo ilegal.”
“El dinero siempre será incapaz de calmar el desasosiego de tanta variedad de deseos, ni de dar vida a todas las biografías que quisiéramos protagonizar. Todos conocemos casos de actores, escritores, millonarios cargados de éxito en severas depresiones y soledad, cuándo no suicidios.”
0 Comentarios