Blog donde recopilo lo (subjetivamente) mejor de fragmentos, artículos y reflexiones de textos místicos, religiosos, espirituales o filosóficos que me voy encontrando por mis peripecias literarias.

"Las Leyes Espirituales", Vicent Guillem



" ¿Y siempre ha de ser así, es decir, nunca podremos recordar lo que hemos hecho en vidas anteriores mientras estemos encarnados, sin esperar a la muerte?

 
Nunca no. De hecho, como te dije al principio, existen personas que tienen recuerdos esporádicos de otras vidas, sobre todo en la infancia, y algunos consiguen recordar algunos detalles a través de hipnosis regresiva. En Oriente se conocen muchos más casos de recuerdos espontáneos de vidas pasadas en niños que en Occidente. Y esto se debe a que al ser regiones en las que se cree en la reencarnación, los padres no reprimen a los niños cuando estos cuentan lo que recuerdan. Pero el recuerdo consciente solo será posible cuando en el mundo encarnen mayoritariamente espíritus que hayan avanzado suficiente en el aprendizaje del amor para no utilizar el pasado como excusa para no amar. Recordaréis cuando comprendáis que todos somos hermanos y que hemos errado en el pasado, y que todos hemos necesitado de innumerables oportunidades para rectificar. Así ocurre en mundos más avanzados, en los que recordar una o varias vidas anteriores es lo normal.

 

¿Y qué ha que hacerse para recibir ayuda del mundo espiritual?


Es muy fácil. Solo hay que pedirlo. Se trata de intentar enviar un mensaje telepático desde el sentimiento a través del pensamiento al mundo espiritual y esperar a ver qué sucede. Simplemente se trata de exponer lo que a uno le pasa y lo que uno necesita, y pedir ayuda. Los espíritus guía están ahí para captar esos mensajes y actuar en consecuencia.

 

¿Y si a pesar de nuestra buena intención hacia los demás recibimos ingratitud, desprecio o burla a cambio?


Cuando alguien os haga daño comprended que es por falta de evolución en el amor y que esta circunstancia la hemos de aprovechar para mejorarnos a nosotros mismos, porque seguramente si despierta algo negativo en nosotros es porque ese algo negativo todavía está en nuestro interior y debemos trabajar para eliminarlo. Como ya he dicho, hasta que el amor no se dé de forma incondicional, no podemos considerar el trabajo concluido, y el que encaja mal la ingratitud todavía no ha llegado a la meta, ya que en cierta forma todavía espera algo a cambio de lo que da.

 

¿Y cómo podemos reconocer una manifestación del defecto, si el propio defecto se encarga de confundirnos?


Una táctica a seguir es analizar cierta actuación que ha sido nuestra como si hubiera sido hecha por otro y nosotros hubiéramos sido los receptores. Es decir, cambiarnos por los demás. Y entones, juzgar. ¿Es un comportamiento justo, honesto o se ha actuado de forma egoísta? Si opinamos igual de cierto comportamiento cuando lo hacemos nosotros que cuando lo recibimos, estaremos cerca de la objetividad. Pero si disculpamos la misma acción cuando es hecha por nosotros y la condenamos cuando es hecha por otros, estamos siendo injustos.

 

 

¿Se suelen respetar los compromisos previos a la encarnación? Es decir, ¿puede ocurrir que una persona haya acordado con otra ser pareja y luego, una vez encarnado, elija como pareja a otra persona, o que una pareja que se ha comprometido a tener dos hijos, luego solo tenga uno o ninguno?
En vuestro mundo sucede muy frecuentemente que los espíritus incumplen sus compromisos preencarnatorios.

Generalmente, porque se dejaron arrastrar por sus propios defectos, por su egoísmo, tomando decisiones con la mente, que está muy influenciada por las sugestiones del mundo materialista en el que vivís, que os conduce a llevar una vida enfocada completamente a luchar solo para conseguir objetivos materiales (consumismo), o a disfrutar de placeres materiales (hedonismo), olvidando así sus aspiraciones y compromisos espirituales.

 

De todas formas, me parece una terapia demasiado agresiva el situar a personas que se odian en la misma familia. Es como juntar a todos los presos peligrosos en la misma celda, ¿no acabarán despellejándose? No veo que de esa situación pueda surgir el amor.
No he dicho que todas las personas de la familia se lleven mal entre sí. Se puede dar, por ejemplo, que el choque sea entre el padre y un hijo, o entre un hermano y otro, pero no de estos con los otros miembros de la familia. Generalmente, en estas familias también encarnan espíritus más avanzados que dan el ejemplo a seguir de cómo ha de ser unaconducta amorosa. El hecho de que espíritus con defectos semejantes encarnen juntos es precisamente para que uno sirva de espejo del otro, y aprendan de la experiencia de convivir con alguien que se parece a uno mismo.
¿Y qué es lo que han de aprender de esta experiencia?
Lo primero, saber que todos somos hermanos, y aquí es literal, porque la persona más odiada en la vida anterior puede ser tu hermano de sangre en la siguiente. 


¿Quieres decir que el amor romántico, esas relaciones que vemos en las películas, es algo que escasea en nuestro mundo?
Lo que ocurre es que vuestro concepto de lo que es el amor, en este caso, el amor de pareja, está distorsionado respecto a lo que es el amor desde el punto de vista espiritual.
No escasean las relaciones por intensa atracción física, que vosotros llamáis erróneamente amor “pasional”. Y a todo esto le llamáis amor romántico, cuando en realidad no deja de ser una fuerte atracción sexual que se va difuminando una vez el deseo sexual ha quedado satisfecho."

 

 

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