Señor, verdad es lo que dices: mayor es el cuidado que Tú tienes de mí, que todo el
cuidado que yo puedo poner en mirar por mí. Muy a peligro de caer está el que no pone
toda su atención en Ti.
Señor, esté mi voluntad firme y recta contigo, y haz de mí lo que
te agradare. Que no puede ser sino bueno todo lo que Tú hicieres de mí.
Si quieres que esté en tinieblas, bendito seas; y si quieres que esté en luz, seas también bendito. Si te
dignares de consolarme, bendito seas; y si me quieres atribular, también seas bendito
para siempre.
"Bueno es que algunas veces nos sucedan cosas adversas y vengan contrariedades, porque suelen atraer al hombre al corazón, para que se conozca desterrado y no ponga su esperanza en cosa alguna del mundo. Bueno es que padezcamos a veces contradicciones y que sientan de nosotros mal e imperfectamente, aunque hagamos bien y tengamos buena intención. Estas cosas de ordinario ayudan a la humildad y nos defienden de la vanagloria. Porque entonces mejor buscamos a Dios por testigo interior, cuando por de fuera somos despreciados de los hombres, y no nos dan crédito. Por eso debía uno afirmarse de tal manera en Dios, que no le fuese necesario buscar muchas consolaciones humanas.
"Ningún Santo fue tan altamente arrebatado y alumbrado que antes o
después no haya sido tentado. Pues no es digno de la alta contemplación
de Dios, el que no es ejercitado en alguna tribulación. Porque suele ser
la tentación precedente, señal que vendrá la consolación. Que a los
probados en tentación, es prometida la consolación celestial. Al que
venciere, dice, dará a comer del árbol de la vida. Dase también la
divina consolación, para que el hombre sea más fuerte para sufrir las
adversidades."
"Muchas veces Dios da en un instante lo que negó durante largo tiempo."
"Siervos míos, ser ejercitados en adversidades, que si todo os sucediese a vuestro gusto. Yo penetro los secretos; y sé que te conviene mucho para tu bien, que algunas veces te deje desconsolado;
"Dicen muchos flacos y enfermos: ¡Mirad cuán buena vida tiene aquel hombre! ¡Cuán rico! ¡Cuán grande! ¡Cuán poderoso y ensalzado! Pero atiende a los bienes del cielo, y verás que todas estas cosas temporales nada son sino muy inciertas y gravosas; porque nunca se poseen sin cuidado y temor."
"Todos los hombres, naturalmente, desean saber; mas ¿qué aprovecha la ciencia, sin el temor de Dios? Por cierto, mejor es el rústico humilde que a Dios sirve, que el soberbio filósofo que, dejando de conocerse, considera el curso del cielo."
"Vanidad es desear larga vida y no cuidar que sea buena. Vanidad es mirar solamente a esta presente vida y no prever lo venidero. Vanidad es amar lo que tan presto se pasó y no buscar con solicitud el gozo perdurable. Acuérdate frecuentemente de aquel dicho de la Escritura: No se harta la vista de ver ni el oído de oír"
"He buscado el sosiego en todas partes, y sólo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos."
"Cree en Mí, y ten confianza en mi misericordia. Cuando piensas que estás lejos de Mí, estoy más cerca de ti regularmente. Cuando piensas que está todo casi perdido, entonces muchas veces está cerca la ganancia del merecer. No está todo perdido cuando alguna cosa te sucede contraria. No debes juzgar como sientes ahora, ni embarazarte ni acongojarte con cualquier contrariedad que te venga, como si no hubiese esperanza de remedio. No te tengas por desamparado del todo, aunque te envíe a tiempos alguna tribulación, o te prive del consuelo deseado; porque de este modo se llega al reino de los cielos."
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