Blog donde recopilo lo (subjetivamente) mejor de fragmentos, artículos y reflexiones de textos místicos, religiosos, espirituales o filosóficos que me voy encontrando por mis peripecias literarias.

Ofici de Setmana Santa


La cultura es el recetario de cocina de la información.
Y si los pasteles culturales no siempre salen del todo buenos es porque, como pasa en Estados Unidos, se dispone de más ingredientes (información) que recetas, o , como en Europa, de más recetas que información.
Por eso los pasteles americanos a menudo nos empachan mientras que los europeos nos empalagan.

Pensar suave.

Bien atender, bien recordar o entender, no equivale siempre a hacerlo con mayor intensidad.
Poseemos una habilidad o dominamos un idioma cuando ya no tenemos que fijarnos en las operaciones manuales o gramaticales de que se compone.
Porque somos capaces de olvidar, por eso somos capaces de reorganizar nuestros conocimientos.
Funes el Memorioso, de Borges, no era capaz de pensar precisamente porque "pensar es olvidar diferencias, es generalizar. es abstraer".Y "en el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles".
Cada cosa y cada situación reclama así su grado de atención - ni más ni menos.Para que las cosas nos hablen, hay que empezar por fijarse en ellas sin fijarlas, hacer que el pensamiento las refleje sin proyectarse en ellas.
Por eso Freud aconsejaba a los psicoanalistas aproximarse a los nuevos pacientes o a los nuevos problemas con una atención flotante que en principio todo lo acoge y nada selecciona.Por el contrario, al forzar la atención nos ponemos también a seleccionar material, "siguiendo en esta selección nuestras esperanzas o tendencias.Y esto es precisamente lo que debemos evitar".
Si nos dejamos llevar por nuestras expectativas, corremos el peligro de no descubrir nunca nada más que lo que ya conocemos, o queremos, o esperamos.
Fijo pues, apenas, mi atención - el concepto de deber, la extraña intimidad del Poder, Simone Martini - y dejo que mi atención vacile a la deriva para que en ella vayan a posarse y hallen cobijo todas las ideas y sensaciones.
Ya sé, pues, que es la atención flotante, sólo me queda ahora por descubrir la escritura flotante.
 

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1 Comentarios

  1. Cada cosa y cada situación reclama así su grado de atención - ni más ni menos. Para que las cosas nos hablen, hay que empezar por fijarse en ellas sin fijarlas, hacer que el pensamiento las refleje sin proyectarse en ellas.

    Este párrafo me resuena.... observar y atender sin quedarte en la fijación de lo visto.... las cosas te hablan cuando atiendes, y sobretodo, cuando atiendes no a las cosas sino también al espacio en donde están las cosas...ese espacio vacío y lleno que tiene más sentido que las cosas en sí.... centro vacío donde está todo y donde se crea todo, entre medio de las cosas... atento y flotante pues debes estar!!

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