"Cuándo la pasión llega a su extremo, el amor se convierte en enemistad"
Tanto la amistad como la enemistad son concomitantes, complementarios, se necesitan uno al otro. Son causa de dualidad.
Siendo la infidelidad una negación, necesita un negador. Lo mismo que en el caso de la afirmación.
Es evidente que la concordia y la discordia requieren dualizarse para existir.
El primer mundo de la dualidad, que es amor y amistad, es inferior al mundo que se le ha transferido. Por consiguiente, no lo busca y lo considera enemigo suyo.
Así, cuando el amor a Dios de Mansür llegó a ser ilimitado, se convirtió en su propio enemigo y aniquiló a su yo. Dijo "Soy Dios": yo soy nada y sólo queda Dios".
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